lunes, 12 de agosto de 2013

Mandy, hermano



Los amigos, los buenos amigos, llega un día que se nos confunden entre todas las cosas más queridas que, sin temor ni dudas, sabemos tener a buen recaudo en algún pedacito de vida.
A veces podemos estar muchas horas sin verlos o hablarles.
A veces no.
Los trovadores, de vez en cuando, tenemos unos enemigos enormes; nos los paren las canciones necesarias. Pero también tenemos excelentes amigos que generalmente son infinitamente perdurables.