Autor: Roberto Novo
Ya no le quedan tardes ilesas
de pedacitos de abriles
ni de soñar que regresa
ni de días infantiles
Ya sabe hacerle un truco a lo triste
ya sabe andarse callado
la vida a veces consiste
en ver de lejos lo amado
Ay amigo, quién
te viera Prado abajo
pensando: va a llover
enamorado
Ay amigo cuál
consejo te regalo…
Si no te quedan tardes ilesas
de amaneceres cubanos
no quiero que la tristeza
venga conmigo mi hermano.
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