Confío en que la
buena amiga Tamara, (más conocida como nuestra queridísima Tamarindo), hurte
alguna foto de las muchas que ya deben sobrevolar por las redes mostrando a
nuestro feliz nuevo sobrino Santiago Mar, hijo de un no menos felicísimo Nelson
Valdés.
¡Qué bueno compay!
¿Sabes qué?
Ojalá sea trovador.
Ojalá tenga el don
de Sindo y la picardía de Matamoros, la luz de Silvio y la melodía de Pablo, el
buen humor de Sara y la divina demencia de Santy, la valentía de Vicente y la
cordura de Lázaro.
Ojalá quiera y le
cante a Cienfuegos como nosotros, sus tíos los Novo.
Ojalá sea trovador.
Porque con ese
nombre, y ese padre, y esta tierra y tanto amor…
¿Para qué no serlo?
Felicidades.