martes, 2 de julio de 2013

Serie: "Los que han sido Novos". CARLITÍN



Un buen día se nos apareció con el laúd en ristre, nerviosamente niño y lleno de ganas de hacer música. Tan lleno que en los primeros ensayos debíamos detenerlo a cada momento; quería poner más notas que todas las posibles a colocar dentro de un compás terrestre. Aspiraba a impresionarnos con torrentes de música fabricados por unas manos que tenían todas las condiciones del mundo para andar a altas velocidades entre los trastes del laúd.
- Carlitín - le dijimos, dale suave porque andas corriendo sin saber a dónde vas.
Entonces sí nos sorprendió con una decisión de grandes: “Pónganme en contacto con Barbarito Torres que yo lo convenzo para que me de clases”.
Y allá se iba cada mes por la “ochovía” para que el “bárbaro” de  Barbarito le enseñara secretos de un instrumento que ya nadie duda guajiramente cubano.
Y aprendió algo que no se estudia en ninguna escuela de músicas: cada pedacito de sonido tiene un, y solo un, espacio lógico, agradable y exacto dentro de todos los silencios de una canción…
Lo demás es música por gusto, como diría el gran Dagoberto Quesada.
Carlitín ya no “toca” con Los Novo, o sí, pero de vez en vez, porque además lo hace con muchas otras agrupaciones y artistas de aquí y de allá.
Y nosotros felices porque de alguna manera nos tocó darle el primer impulso. Ahí sigue siendo otro de nuestros sobrinos.

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