martes, 28 de octubre de 2014
Tata
sábado, 25 de octubre de 2014
Jose, el amigo
El 20 de julio de 2011, luego de un tiempo triste y duro, falleció mi madre. Unos días después mis hermanos y yo recibimos una muy breve carta que decía:
“Queridos “Boli”, Pedro y Roberto: He dejado pasar algún tiempo. El tiempo, Juan, con su fluir callado, como dijo en verso Guillén a Marinello. A pesar de este, no hay melodía ni palabra que expliquen, calmen y reconforten en la pérdida de un ser querido, menos de una madre…”
Es verdad. Ni siquiera la máxima martiana: “…cuando se ha cumplido bien la obra de la vida…”, logra que nos conformemos porque la muerte sigue siendo la indeseable puerta de la despedida mayor.
No nos acostumbramos a las ausencias de quienes significan algo especial. Los extrañamos porque dejan de estar y hacer donde “estaban” y “hacían”, muchas veces junto a nosotros.
Será raro, pues, entrar a la Biblioteca Provincial de la ciudad, después de cualquier mediodía, y no poder saludar a José Díaz Roque, el amigo, el intelectual, el pastor, el cienfueguero, el ser humano: sencillamente Jose.
Y nos resultará difícil que así sea porque, como él mismo nos escribió: “…no hay melodía ni palabra que expliquen…”.
jueves, 9 de octubre de 2014
Hace 522 años
¿Habrán lavado y planchado la ropa antes de desembarcar…?
Cristóbal Colón es un personaje que casi todo el mundo ubica dentro de los, muchas veces contadísimos, recuerdos infantiles: yo oí hablar de él por primera vez en la escuela primaria, cuando nos lo presentaban como el descubridor de América.
Entonces, a pesar de las poses raras y aquellos bucles y chorongos en el pelo con que aparecía en las estampas de los libros de texto, lo veíamos como un gran tipo; valiente capitán marinero que vino desde el otro lado del mundo en unos barcos que nombraban carabelas.
Ya luego, el tal descubrimiento pasó a llamarse Encuentro de los mundos, cosa bastante justa si se tiene en cuenta que del lado de acá vivía un montón de gente que no sé hasta dónde necesitaba ser “descubierta”.
Nosotros, los cubanos, somos una buena mezcla de personajes; un sabroso ajiaco humano.
Y todavía hay gente que le encanta venir a descubrirnos, Colones y Colonos, pero hay muchos otros que también vienen para que nos encontremos, hasta que no nos sea tan caro a nosotros ir a hacerlo.
Un 12 de octubre, hace 522 años, Colón puso pie en tierras de por acá.
Medio siglo es tiempo suficiente para no olvidar.