jueves, 12 de septiembre de 2013

EL GRAN REINO DE FACEBOOK


Gabriel Novo
Caricatura de Gabriel Novo Joya

Te embruja, te seduce y te atrapa.
Te haces una cuenta y, de repente, comienza a aparecer en tu pantalla una avalancha de información y mensajería que se ríe a mares del sistema Morse y de las palomas mensajeras.
Es un reino increíble y útil, sobre todo para gente que le ha tocado vivir en países con gran flujo de emigración, -que por cierto, no es solo Cuba-, y descubren que pueden encontrar a fulano y a mengana con solo dar un clik, y decirle desde mil kilómetros de distancia: ¡qué, cómo amaneciste hoy?
Es la magia de tenerse cerquita estando lejos.

Entonces comienza el lleva y trae, como diría alguien.
Y resulta que Juan Pérez, que vive a dos puertas de mi casa y cada tarde nos vemos y saludamos, me envía una solicitud de amistad…
¿Es que antes ya no éramos amigos o es que ser amigo-facebook es otra cosa?
Otros agarran las fotos más tremendas del mundo, las más disparatadas, las menos discretas y las exhiben hasta con su poco de orgullo: “Este es mi perrito Pito”, y otro más: “Estas son nuestras mascotas,…la del medio soy yo”
Muy divertido, de verdad, porque a veces la foto es tan amateur que uno tiene que mirar bien para definir quién es quién.
Luego puedes encontrarte con ese otro personaje que, también de repente, es más religioso que el mismo Papa, y lo dice y proclama a los cuatro vientos.
A muchos de estos personajes me los trato de imaginar en otros tiempos, cuando fuimos más jóvenes, cuando tras el out en jón en aquel juego de pelota exclamaban con una “devoción” inmensa: ¡me cago en Dios cojkyutjfhdg!
Pero qué bueno, ahora gracias a facebook, ante una jugada parecida, dirían: ¡Bendito sea el señor, mi Dios todopoderoso y perdone los pecados deportivos del hermano árbitro de jón!
¡Qué bueno!
Yo tenía una tía-abuela que hasta cuando santiguaba a los muchos niños enfermos que le traían, lo hacía rezando en voz muy baja, conversando de tú a tú con Dios. Y siempre le dio muy buen resultado. Cuando aquello no había facebook.
Nada que sacando la cuenta en total, como decía aquel bolerón de los 50, facebook es otra cosa. Esto es comunicación al por mayor, y para comunicarse hay que hablar bien, y bonito, y mucho, y todo.
¡Qué bueno!



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