miércoles, 23 de octubre de 2013

¡ATENCION, YO REGALO DINERO!

Los Novo
…y muy posiblemente usted también.
Porque resulta que de un tiempo a acá, -de un buen tiempo a acá-, el agua, ese insustituible y cotidiano líquido de nuestras vidas, llega hasta mí con no pocos inconvenientes y embarazos. Por disciplina que alguien impuso o diseñó sin consultarme, debería llegarme un día en la mañana y la tarde, y otro solamente en la tarde. A veces ha funcionado así. A veces he organizado las tareas del día pensando en esos horarios, y muchas veces, fundamentalmente en los últimos tiempos, la tal disciplina ha sido reina en informalidad y caos, y la organización se me ha “desorganizado”.

Debo agregar a todo esto que vivo en un 1er piso, de manera que mis tanques-depósito están a la altura de un 2do piso, y hasta allí debo yo transportar el agua a merced de una turbina que muchas veces debe funcionar por espacio de más de 30 minutos, haciendo que mi metro contador de electricidad corra libre y veloz…
Por si fuera poco hay que sumar un dato más: la calidad del agua que recibo es pésima; unas veces achocolatada y rica en minerales diversos, otras con “sospechosos” aromas fétidos…
Haciendo cuentas he descubierto que diariamente dedico a este tema del agua casi 1 hora. 1 hora de mis valiosas y queridas 24. Todo un derroche de tiempo.
Dentro de todo esto solo una cosa funciona con precisión inglesa: el compañero que cada mes toca a mi puerta y me dice: “cobrando el agua”.
Y yo se la pago, porque muchas veces pienso: son solo $ 6.50 MN, (unos $ 25 centavos CUC).
Y usted, seguramente, también la paga.
Entonces, ¿estamos o no estamos regalando dinero?
Y si aún lo duda piense, piense a cuantas otras “razones” le regala usted su dinero a lo largo de todo un año. Razones muy cotidianas, algunas igual insustituibles, otras total y necesariamente sustituibles cuanto antes.

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