Ahora
no tiene gracia.
Ahora
cualquiera se hace el guapo, y el loco, y el “qué se yo”.
Pero
por allá por los 80 todo trovador joven quería montarse en un avión y visitar un
pedazo de tierra más allá de esta de levantarse, bostezar y auto amplificar con
toda confianza y cariño el primer y más glorioso pedo mañanero, inmersos de fe
y de confianza en un futuro mejor y en el hombre nuevo… (El último “Activo-Festival” de la Nueva Trova, que se celebró en la Isla
de la Juventud, muchísimos trovadores lo anotaron en su trova-bitácora como un
“viaje al exterior”)…bueno, no culpo a esos trovadores, porque cuando aquello,
de verdad, había que ser “muy trovador” para agarrar un viaje, mucho más si
usted era un trovador que vivía fuera de los límites territoriales de la Ciudad
de la Habana.
Posiblemente
por aquellos tiempos ya se había inventado la “Burocroportunistfilm”, que nada
tenía que ver con Mosfilm ni mucho menos, ¡pero hacía cada películas…!
Por
eso, insisto al afirmar: ahora no tiene gracia.
Ahora
usted tiene hasta 730 días para cantar a dúo con Gardel: “Volver…”, y, por lo
general, no se vuelve con la frente marchita.
Ahora,
si el país a visitar le da visa, usted agarra un avión…, bueno, agarra primero dinero
y compra un boleto, que es la parte más “musical” de esta historia, y luego: a
volar y a viajar, al infinito y más allá, (siempre que el más allá no sea muy
al norte…)
Ahora
hay hasta lugares del mundo a los que ni siquiera se les debe pedir visa. Son
lugares un tanto raros, pero lugares al fin.
Ahora,
inclusive, usted como artista, (que los trovadores, aunque no lo parezca,
también lo somos), tiene suertes especiales, pequeñas ventajillas, y hasta
puede que el impuesto de aeropuerto lo pague en nuestra querida y simpática
moneda nacional, (al menos por ahora)
Ahora,
es tremendamente preocupante que Ahora muchos jóvenes trovadores, que, jóvenes
al fin forman parte del motor de arranque y la fuerza mayor de este y de cualquier
país a la hora de echarlo hacia adelante, estén pensando en irse a otra parte,
aunque sea a una selva o a un peligroso barrio periférico de cualquier país,
con tal de escapar a los nocivos y molestos efectos de pirámide invertida que
sufre, sin parecer tener pronta y feliz solución, la sociedad cubana en general.
Entonces
dan la espalda.
Cuba
necesita, y mucho, buenos maestros, buenos médicos, buenos constructores y,
sobre todo, buenos dirigentes. (OJO: he dicho NECESITA totalmente consciente
de que siempre los ha tenido y los tiene, que no siempre necesitar es
consecuencia de no tener)
Y
necesita, también, buenos trovadores para seguir contando y cantando con las
mejores palabras las grandezas de este pueblo.
Dar
la espalda siempre será lo más fácil, incluso para aquellos que hace años
“invitaron” a Silvio a darla, que son exactamente los mismos que hoy fundan y
gozan de la ya nombrada “Burocroportunistfilm”, y la mantienen e inflaman hasta
que, reventados como globo de cumpleaños, y para suerte nuestra, dan la
espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario