¡Qué romántica y exótica te ofreces
en tu reino laberinto de maderas
misteriosamente cada día creces:
multiplicas todos tus encantos
y de un gran salón salen tres cuartos
es como hacer de avenidas trillos
y el amor libre creciendo en la estrechez de los pasillos!
Milagrosamente vas al aire
como una catana que se empina contra el viento
me recuerdas a la Cenicienta allá en su baile
y aunque no se pierde tu zapato
ni a las doce ya no eres hermosa
hace falta conseguirte un gato;
ratones hay de sobra para hacer veinte carrozas
¡Ya estamos en el aire, casi, casi subiendo!
propongo que se graben los programas en el techo
siempre que no esté lloviendo
¡Ya estamos en el aire las 24 horas
qué buena vista, desde aquí se ve toda la zona
dónde estarán haciendo la nueva emisora!
Yo propongo una mirada a toda prisa
un poquito más allá de lo aparente
olvidemos que en la puerta no hay sonrisa
vámonos al centro silenciosamente
que se está grabando y es nocivo
para la salud de los oyentes
que luego al escuchar dirán que es un programa en vivo.
1989
No creo que tuviera más de 12 años cuando canté por primera
vez en una emisora de radio. Recuerdo que sufrí una desilusión tremenda porque un segundo después de comenzar la transmisión comprendí que cualquiera podría
escucharme, menos yo.
Aquella primera vez, por supuesto, fue en una emisora
cienfueguera. Creo que por entonces aun se llamaba Radio Tiempo, y ocupaba el
local donde hoy se alza el Teatro Guiñol de Cienfuegos, por allá por el Prado.
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Con Lázaro Aguiar |
Luego, cuando la Emisora se mudó a la calle Santa Cruz, tuve
la gran suerte de trabajar en ella y conocer el mundo de la radio llevado de
manos fabulosas: a Albis Torres la recuerdo con la misma cantidad de cariño que
se gastó en paciencias para guiarme. Con especial respeto saludaba yo a
Albanés, a Doris Era, a Felipe Lanier y Carlos de la Paz. La mejor música del
mundo me la descubrieron Aleida Capdevila y Marisela del Río.
Nuestras canciones de entonces las grababa Lázaro Aguiar, y
lo hacía con más mañas de diablo que recursos de viejo…
Aquella Emisora de la calle Santa Cruz era, en términos
arquitectónicos, un verdadero caos; un querido naufragio de quimeras con nombre
de piso, paredes y techo. De la técnica ni hablar: los técnicos eran magos…
Pero se hacía una radio de maravillas.
La canción “Ya estamos en el aire” fue, y es, un homenaje a
todos aquellos seres humanos (a los que fundaban y creaban) que entre goteras y
calores le otorgaban distinción y respeto al: “Esta es Radio Ciudad del Mar, trasmitiendo desde Cienfuegos…” que
surcaba el éter anunciándose.
A alguien, (obviamente no de los que fundaban y creaban), se
le ocurrió censurar nuestra canción, alegando que la misma era hipercrítica y
fuera de contexto… Valga que Lázaro Aguiar escondió una copia.
Siempre he pensado que la canción, en todo caso, no hacía más
que nombrar las cosas por su propio y justo nombre. Siempre he soñado, hasta
con fatuo orgullo, que la canción ayudó a precipitar la decisión de otorgarle
un nuevo local a la Emisora.
La canción, a fin de cuentas, decía, sencillamente, la
verdad.
Tal como se ha venido haciendo desde hace 20 años en “El
triángulo de la confianza”, un programa creado y realizado por Fabio Bosch.
Fabio no podía ser en esta vida otra cosa que trabajador de la radiodifusión.
Su padre lo fue con letras mayúsculas y Fabio, siguiendo pasos, es de esos
realizadores que todo cuanto “tocan” lo convierten en buena radio.
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Con Fabio Bosch |
En el Triángulo se conversa, se debate y hasta a veces se
discute un poquito. Allí van los que deben poner la cara ante sus
responsabilidades y Fabio intenta, sobre todo, que las soluciones colmen a las
justificaciones. Son 45 minutos de “…encuentro en aras del mejoramiento
humano”, como más o menos reza el slogan de presentación de cada programa.
A Fabio y su Triángulo dedicamos también, hace unos años,
una canción.
Sean pues nuestras canciones en este 1 de julio, día de la
radio cienfueguera, un mensaje, un pedacito de memoria, un saludo, tan
respetuoso como aquel de otros tiempos,
para los que siguen empeñados en fundar y crear radio mediante.
TRES
Cuando no tenga tres mosqueteros, cuando no tenga
tres
carabelas de nuevo mundo, cuando ya sepa
que
a la tercera va la vencida
cuando
no tenga a Nano con su tres
Cuando no tenga tres dimensiones ni trío Los Bohemios
cuando
no tenga ni tan siquiera sagrada trinidad
cuando
no tenga terceras bases
ni
en días de calor tres gracias de sabor
Cuando en la sepia tercera edad dude recuerdos
cuando
no tenga a Lola muriendo a las tres en punto
si
oigo tres golpes y no es Cervantes
si
no son ciertas las tres pirámides
Cuando no tenga los tres ositos de mi inocencia
si
no tuviera a mis tres hermanos y una Esperanza
aunque
así fuera, tendré un amigo
y
haremos otro triángulo de confianza.
2005. R. Novo