Ayer nos preguntó
alguien:
¿Para qué dice la
biblia que creó Dios a Adán y Eva?
Muy fácil: Para
tener con quien reunirse.
La reunión…
¿Quién no ha tenido,
alguna vez, una reunión, “su” reunión?
Creo que nadie se
escapa.
Hay quien, aun
estando dentro de la panza materna, ya escucha a los médicos decir: “Vamos a
reunirnos para analizar esas pataditas que está dando el socio”.
Los chinos se
tuvieron que reunir para decidir dónde poner el primer ladrillo de su famosa
muralla. Y los egipcios para hacer pirámides, (y no 18 plantas, como quería
cierto Faraón del oriente, del Medio Oriente…)
Los españoles se
reúnen por cualquier cosa, hasta para ponerse de acuerdo y pensar, mientras que
los argentinos hacen varias reuniones diarias para hablar de ellos mismos.
Y los cubanos…
Los cubanos somos,
sencillamente, una gran, única y total reunión. Nos deberíamos llamar la “RRC”,
es decir: República Reunida de Cuba.
Desde el círculo
infantil nos dicen: “Papá, hoy hay reunión”, y al final, en el camposanto:
“…nos reunimos aquí para despedir a…”
En Cuba para cada
problema hay una reunión y de cada reunión, según su capacidad, pueden salir
hasta diez nuevos problemas.
No siempre es malo
reunirse. Hay gente que entra a una reunión a coger golpes y sale promovido
como agregado cultural en Australia.
Casi todos los
domingos hay un grupo de gente buena que se reúne en Los Jardines de la UNEAC,
en Cienfuegos, Cuba, y hacen que la Guardia de la Trova sea un magnífico
acontecimiento.
Seguiremos tomando
medidas y trabajando fuertemente para que así sea, a no ser que en alguna otra
reunión se decida lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario