lunes, 18 de agosto de 2014

BIEN COMPAÑEROS, ATIENDAN A ACÁ



 
Así pintó Da Vinci una de las más famosas reuniones de la historia


Ayer nos preguntó alguien:
¿Para qué dice la biblia que creó Dios a Adán y Eva?
Muy fácil: Para tener con quien reunirse.

La reunión…
¿Quién no ha tenido, alguna vez, una reunión, “su” reunión?
Creo que nadie se escapa.
Hay quien, aun estando dentro de la panza materna, ya escucha a los médicos decir: “Vamos a reunirnos para analizar esas pataditas que está dando el socio”.
Los chinos se tuvieron que reunir para decidir dónde poner el primer ladrillo de su famosa muralla. Y los egipcios para hacer pirámides, (y no 18 plantas, como quería cierto Faraón del oriente, del Medio Oriente…)
Los españoles se reúnen por cualquier cosa, hasta para ponerse de acuerdo y pensar, mientras que los argentinos hacen varias reuniones diarias para hablar de ellos mismos.
Y los cubanos…
Los cubanos somos, sencillamente, una gran, única y total reunión. Nos deberíamos llamar la “RRC”, es decir: República Reunida de Cuba.
Desde el círculo infantil nos dicen: “Papá, hoy hay reunión”, y al final, en el camposanto: “…nos reunimos aquí para despedir a…”
En Cuba para cada problema hay una reunión y de cada reunión, según su capacidad, pueden salir hasta diez nuevos problemas.
No siempre es malo reunirse. Hay gente que entra a una reunión a coger golpes y sale promovido como agregado cultural en Australia.
Casi todos los domingos hay un grupo de gente buena que se reúne en Los Jardines de la UNEAC, en Cienfuegos, Cuba, y hacen que la Guardia de la Trova sea un magnífico acontecimiento.
Seguiremos tomando medidas y trabajando fuertemente para que así sea, a no ser que en alguna otra reunión se decida lo contrario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario